CREACION DE LA MUJER


Cuando el Todopoderoso creó a la mujer, no estaba seguro qué parte del hombre sería la más adecuada.
-No usaré la cabeza -dijo el Señor- . Para que no sea vanidosa. Ni la crearé de sus ojos, para que no sea curiosa. Tampoco usaré su oído, para que no sea chismosa. No puedo crearla de su lengua, porque sería charlatana. Ni de su corazón, para que no sea celosa. Si la creara de su mano, sería demasiado codiciosa. Y si la hiciera con su pie, sería difícil tenerla quieta. La haré de una parte del hombre invisible y modesta.
Y usó una costilla, diciéndole a su Creación:
-Que seas modesta y casta.
Y vaya saber por qué, a pesar de tantos cuidados la mujer resultó ser vanidosa, curiosa, charlatana, chismosa, celosa, codiciosa y no puede tenerse quieta.
Dios no creó a la mujer de la cabeza del hombre para que el hombre no gobierne sobre ella.
Tampoco la creó de sus pies, para que ella no sea su esclava.
La creó de su costado: para que ella esté cerca de su corazón.