DE LA NATURALEZA GATUNA DE LOS GATOS

Maimónides, el sabio rabino, era invitado con frecuencia a la corte del rey de España.
Un día, durante su visita, se inició un curioso debate: se discutía si era posible cambiar la naturaleza de los seres vivos. Los sabios cristianos aducian que ello si se podía conseguir y Maimónides argumentaba que la naturaleza de los seres vivos era inmutable.
El rey, divertido con la disputa, dio un mes de plazo para que cada bando preparase la demostración de su teoría.
Pasado este tiempo, en el palació se celebró una espléndida reunión, amenizada con una exquisita cena. Pero, en lugar de lacayos, servían la mesa gatos amaestrados y vestidos de uniforme.
-¿Qué le parece esto, rabino? -preguntó un sabio cristiano a Maimónides-. Fígese bien en estos gatos. No bastó un mes para convertirlos en sirvientes de los más dóciles y solícitos. ¡Y eso que no son más que gatos! ¿Imagínese qué maravillosos resultados se pueden conseguir con los seres humanos! ¿Qué dice ahora?¿Es o no posible cambiar la naturaleza de los seres vivos?
Maimónides no contestó. Los cortesanos empezaban a reir abiertamente viendo su humillación y entonces... el rabino sacó de entre sus ropas una jaula con ratones. Abrió la jaula y salieron los ratoncitos. Losa gatos, olvidando su instrucción se lanzaron tras ellos, derribando copas y platos, y despojandose de los ridículos uniformes que le molestaban e la carrera.
-Señores, ¿qué opinan ahora? -preguntó Maimónides